¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

Hacer de un libro una obra de arte

Julio, 2018 | Cultura, Entrevista

Fernando Pérez Villalón

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Un delicado sobre cerrado con lacre de color celeste invita a disfrutar de una novela y de una serie de poemas a la vez. Si a eso le agregamos que se puede leer horizontal y verticalmente, tenemos el libro.-objeto novela/VIA de la editorial Libros del Pez Espiral, el último trabajo literario de Fernando Pérez Villalón, destacado académico de arte y literatura de la Universidad Alberto Hurtado.

Es académico de los Departamentos de Arte y de Lengua y Literatura de la Universidad Alberto Hurtado y doctor en Literatura Comparada por la Universidad de  Nueva York. Es Fernando Pérez Villalón y acaba de presentar en un sobre plegado y cerrado con lacre su nuevo libro novela/VIA (2018) que contiene los dos textos que le dan su título.

Este formato  lúdico esta vez suma el trabajo del destacado artista visual Marcos Sánchez que aportan las imágenes a los poemas de novela.
No es la primera vez que el profesor trabaja la idea de objeto-libro, ya lo había experimentado en otras publicaciones como  Tour (2011) y 30ytantos (2013).

Conversamos con Fernando Pérez Villalón sobre el alcance que tiene esta manera de hacer una publicación y por supuesto de la novela y la serie de siete poemas que el lector encuentra una vez abierto el sobre.

-¿Qué es un libro objeto y qué espacio ocupa en la literatura actual?

-Se puede decir que todo libro o todo soporte material de la escritura (papiro, pergamino, rollo, pliego) es obviamente un objeto. Se suele llamar libro-objeto, o a veces también libro de artista, a los libros que le dan protagonismo a esa condición de objetos, de cosas, y que exploran estéticamente sus posibilidades. Un libro sería entonces un libro que llama la atención hacia su condición de objeto y juega con ella, muchas veces cuestionando las convenciones habituales de lo que esperamos de un libro. En la literatura actual hay muchos autores que trabajan en esa línea, desde las vanguardias de comienzos del siglo XX en adelante (por nombrar algunos ejemplos, Blaise Cendrars, Octavio Paz, Augusto de Campos, Ulises Carrión, Anne Carson, y en Chile autores como Juan Luis Martínez, Sybil Brintrup, Guillermo Deisler, Martín Gubbins, Carlos Soto, entre muchísimos otros).

-Se eligió un sobre sellado con lacre celeste. ¿Qué insinúa este detalle?-

-El formato final del libro le debe mucho a la colaboración con el editor (Daniel Madrid) y la diseñadora (Paula Jaramillo), con ellos fuimos probando diferentes opciones de tipografía, papel, color, y modos de armar el objeto. Finalmente quedó un sobre que sugiere la idea de carta, y nos pareció que cerrarlo con lacre era una bonita manera de invitar al lector a entrar en ese mundo que surge al abrir el sobre. El formato tiene varias referencias a libros y textos antiguos (en el estilo del dibujo, de los textos, el papel y la tipografía, entre otras cosas).

-¿Cómo se piensa en estas vías: imagen, dibujo, contenido y este juego de poder leer en forma horizontal y vertical?-

-Personalmente, me interesa mucho explorar no sólo la relación del libro con su carácter de objeto, sino otras relaciones como la de la palabra escrita con la palabra hablada, con el sonido, y con las imágenes visuales. En ese sentido, he colaborado varias veces con artistas visuales, antes Paula Dittborn y ahora Marcos Sánchez, para que produzcan imágenes que se incorporen al libro en diálogo con mis textos. Creo que se generan cruces muy entretenidos e inesperados en esa relación con lo visual. La posibilidad de leer el texto de VIA en varias direcciones tiene que ver con un cuestionamiento de la linealidad unidireccional que solemos asociar a la escritura (un texto que se lee de principio a fin en una sola dirección). Me gustaría producir experiencias de lectura un poco más abiertas e inciertas, pensar el texto como un conjunto de piezas que pueden combinarse de varias maneras distintas.

-En cuanto a la historia: ¿Qué lo motiva a escribir de viajes en trenes y libros de aventuras para niños y jóvenes de fines de siglo pasado?-

-La experiencia del viaje siempre me ha fascinado por el modo en que nos saca de nuestras rutinas habituales y nos confronta a otro clima, otra lengua, otras costumbres, otro paisaje, que prometen transformarnos. Al mismo tiempo, en realidad muchas veces el viaje es también aburrido, frustrante, decepcionante o desilusionante. Me gusta explorar esa duplicidad. El trabajo de parodia de los libros de aventuras tiene que ver con que para mi generación, y creo que también la de mis padres, esos libros de aventuras de Karl May, Emilio Salgari, Julio Verne o Walter Scott fueron la primera experiencia de inmersión en el mundo de la literatura y la imaginación. En el fondo para mí esas novelas fueron otro modo de viaje, imaginario, y este libro es una especie de homenaje a su estilo, pero fragmentándolo, de manera que ya no se cuenta una historia lineal sino que se producen breves destellos de aventura que no forman parte de un todo coherente.

-Existe un influencia china importante por su trabajo de traducción iniciado en la Universidad de Nueva York. ¿Cuál diría usted es un elemento característico de esta literatura, además de que son textos breves?

-Me interesan mucho la cultura y la poesía chinas, y efectivamente publiqué hace algunos años un libro de versiones de poesía clásica de la época Tang (Escrito en el aire). Me atrae mucho en particular la forma del octeto regulado o lüshi, un poema de 4 pares de versos que juega con los paralelismos y contrastes de manera muy rigurosa. Son poemas que parecen enumeraciones sueltas de objetos, paisajes y percepciones, pero que las combinan de manera que se produzca una suerte de microcosmos o caleidoscopio. En varios textos he intentado imitar esa forma de manera bastante libre, y es lo que hice en VIA, porque me pareció que se acomodaba bien para anotar las percepciones de un viajero desplazándose en tren.

El libro novela/VIA, de la editorial Libros del Pez Espiral,  se presentó en el Centro Cultural Gabriela Mistral y está disponible en la librería del GAM, para luego distribuirse en otros espacios literarios.

Links UAH:
Facultad de Filosofía y Humanidades
Postgrado UAH
Ediciones UAH

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